El estilo de nuestros vinos es principalmente vino tinto con D.O.Ca.Rioja, de intensos aromas y sabores a frutas rojas, con acidez media, taninos maduros y de medio a mucho cuerpo. Los vinos jóvenes son afrutados y con una refrescante acidez. Los vinos criados (crianzas y reservas), desarrollan complejos aromas y sabores, se suavizan los taninos y aparecen unos interesantes matices de roble tostado. Vinos de Rioja Alavesa apegados al terruño o “terroir”.
Tradicionalmente, nuestra bodega ha vendido la uva blanca y por tanto no elaboramos vino blanco. En 2013, no obstante, seleccionamos las mejores uvas blancas de nuestros viñedos y elaboramos un vino blanco semi-dulce que ha tenido mucha aceptación entre nuestros clientes y amigos.
Viticultura
La principal variedad de uva en nuestros viñedos es el Tempranillo. Es una uva de piel gruesa que madura temprano y crece favorablemente en suelos calcáreos, que es precisamente el tipo de suelo predominante en nuestros viñedos. Esta uva proporciona naturalmente baja acidez, y por tanto el momento preciso de vendimia es clave en nuestra bodega para conseguir un buen nivel de maduración fisiológica sin perder demasiada acidez, necesaria para conseguir vinos bien estructurados. Nuestras viñas están podadas en vaso y controlamos los rendimientos de las mismas con objeto de conseguir uvas sanas, de buena calidad y con un nivel óptimo de maduración. La vendimia es manual, lo que nos permite seleccionar las uvas directamente en la viña, rechazando cualquier uva poco madura o que no reúne las condiciones de calidad que nuestra bodega requiere.
Elaboración: Vinificación
Nuestras uvas llegan a la bodega pocos minutos después de ser vendimiadas, lo que garantiza la recepción de la uva en perfecto estado de salud y calidad. Una vez en la bodega, las uvas son despalilladas (se les quita el raspón) pero no son estrujadas (se mantiene la baya intacta). La fermentación alcohólica se realiza en depósitos de hormigón. Como los granos de uva no se estrujan, la fermentación alcohólica ocurre dentro de los granos de uva, prácticamente en ausencia de oxigeno lo que provoca que la glucosa del mosto de uva se convierta naturalmente en alcohol. Este proceso se denomina semi-maceración carbónica y produce vinos suaves, muy aromáticos y afrutados. Durante la fermentación, el mosto es remontado dos veces al día para maximizar la extracción de color y taninos. Una vez que la fermentación alcohólica ha terminado, la uva y el mosto son descubados. Los restos de uva se prensan y el mosto pasa a los depósitos cerrados donde realiza la fermentación maloláctica. Esta segunda fermentación consiste en convertir el áspero ácido málico en el agradable ácido láctico, suavizando y reduciendo la acidez del vino.
Elaboración: Afinamiento y Crianza
Una vez que la vinificación ha terminado, el vino está listo para su preparación bien para proceder a su embotellado como vino joven o bien para prepararlo para la crianza. En ambos casos, el vino es clarificado con objeto de eliminar partículas en suspensión y sedimentos, que de no ser eliminados en este momento podrían aparecer en forma de sedimentos o turbidez una vez que el vino es embotellado. La clarificación del vino se hace mediante trasiegos del vino y eliminación de los sedimentos que precipitan naturalmente por efecto de la gravedad (partículas más grandes como restos piel de uva), o usando agentes clarificantes que ayudan a precipitar a partículas más pequeñas que no precipitan por si solas por efecto de la gravedad. Un siguiente paso en el afinamiento y clarificación del vino es el filtrado del mismo mediante el uso de filtros especiales. Después de estos procesos, el vino se embotella para consumo como vino joven o se introduce en barricas de roble para su maduración o crianza. Durante el proceso de crianza el vino adquiere taninos y sabores tostados del roble pero lo más importante es el lento y suave proceso de micro-oxidación que contribuye a añadir complejidad y carácter al vino, suavizando y estabilizando los taninos del mismo.